El Domingo 15 de Septiembre estuvo de cumpleaños la Fran Laytte, así que fui a verla con un compañero, pasamos un lindo día, y fue entretenido, le regale una rosa azul con un peluche, y por fin conocí la casa de la cual tanto la molestaba por estar al lado de un potrero. Ese mismo día me fui mucho rato escuchando la canción "The Fox" que había salido hace poco y actualmente es muy popular.
La Maca pudo arreglar sus problemas y quedarse con nosotros para seguir compartiendo durante estos años, pero cuando termina un problema comienza otro. A la Fran y a varios chicos más les había ido mal en física, muy mal, corriendo peligro de echarse el ramo. Pasamos por muchas dificultades, esfuerzos, momentos de tristeza, de desesperación, pero aun así trate de dar lo mejor de mi para que todos, en especial la Fran, pasaran y se dieran cuenta de que eran capaces. Muchos me dieron las gracias por esa ayuda que les brinde y me hicieron sentir el valor de mis actos... otros no mucho a decir verdad, pero bueno, tampoco podía esperar que todos fueran agradecidos.Finalmente, todos pasaron.
Pasaron épocas en que venían hordas y hordas de pruebas, era muy agotador y frustrante, pero cuando se acaban, esa sensación de libertad es incomparable a muchos sentimientos.
Conocí a la Vale Rodriguez, una niña de enfermería que quiere cambiarse a medicina por reorientación, al igual que la Trini Aubele, ojala les resulte a las dos y puede mechonearlas el próximo año, son personas muy simpáticas, y pese haber conocido no hace mucho a la Vale, la encontré bastante simpática.
Le hicimos un cumpleaños sorpresa a la Catalina con ayuda del profesor Cabezas. Le pedí al profesor que nos mandar un trabajo citándonos en su oficina a las 5.30, la idea era que cuando fuéramos, la Cata se quedara lo más cerca de la puerta posible, cosa de que, cuando tocaran la puerta los chicos con la torta y regalos, ella fuera la que abriera la puerta y se llevara la sorpresa. Le hice una torta con forma de tortuga (su animal favorito) y se emociono mucho, fue bonito.
Ganamos la semana de la carrera, pero jamas nos llego el premio, y durante el carrete baile mucho pero hubo un incidente que me hizo pasarla mal. Sin embargo recibí el apoyo y cariño de muchos y eso fue gratificante.
Con el estrés acumulado y la frustración de muchas situaciones en mi vida, llego un punto en que me paso la cuenta, y ya no podía más. Fui a hablar con el profesor Cabezas, el logro tranquilizarme y animarme, me ayudo mucho, y quedamos de hablar una vez más la semana que venia, pero entonces, comenzó el paro. Poco antes de eso, converse con la Francisca y Poeta respecto a situaciones que a mi me parecían incomodas y que quería mejorar, fue grato, pero no se si obtuve los resultados que esperaba. El paro de prolongo unas 3 semanas, y durante las primeras Henriquez nos hizo pebre con Pelvis en Anatomía, las cosas no tenían un muy buen panorama.
Una vez que volvimos del paro, almorcé con la Fran un día viernes y el mismo invite a la Cata a sabor sureño a celebrar nuestro trabajo. Fue un momento muy emotivo y lindo, realmente inolvidable. Todo parecía calmado, pero se nos acumularon muchas cosas y tuvimos que pasar horas y horas estudiando, para poder salir bien parados de esta y a tiempo. Requirió de mucho esfuerzo pero logre pasar todos mis ramos, eximirme de todos los exámenes y aprobar con aproximadamente nota 60 de promedio.
Tuve sentimientos encontrados estos últimos dos días de clases, creo que las cosas no terminaron bien, al menos para mi, realmente siento que termine el semestre con más cosas perdidas que ganadas, pero sin dejar de valorar claro las cosas buenas.
Solo espero que ahora las cosas mejoren, poder compartir más con la Fran, poder arreglar diferencias con la Cata, mantener bien mi amistad con el Harley y los futuros nuevos integrantes de la carrera, que espero sean Maximiliano y Franco.
Meritos: Don Feña y Don Rodrigo, por su amabilidad en siempre darnos una mano y ayudarnos en el laboratorio, al igual que a esos buenos ayudantes como Sofia Sabando, Daniela Carvajal y Karina Sarabia, entre otras. A los profesores buena onda que siempre nos dieron una mano y ayudaron.
Especial merito a aquellas personas que supieron valorar la persona que soy y lo que entrego, porque esa es la mejor recompensa de todas, a veces las palabras sobran, y los gestos faltan.
